29 de mayo de 2011

Nombrame



Sé lo que quiere decir mi nombre. Sé por qué mis padres lo eligieron entre tantos otros. Les contaré:



"Federico" tiene origen germánico y quiere decir "gobernante pacífico". Se complementa con "Ariel", de tradición hebrea, cuyo significado es "león de Dios".



Es así que opera en mí un mecanismo interesante. Los que eligieron mi nombre (y no los nombres, ya que uno no va sin el otro al no tener el mismo efecto) deseaban que gobernara pero que no fuera guerrero, y que defendiera con garras leoninas al Supremo.



De esta manera, soy una combinación entre estos dos sujetos. Dios que es toda bondad, puro pacifismo, y el león que es el rey, el que gobierna, la sabana.



Ahora entonces pienso, si mi nombre es una unidad, ¿qué soy? ¿Seré un león pacífico gobernante de Dios, un pacifista divino del león gobernador, un gobernante leonino de la divina paz, un león divino de la paz gobernadora, o más sencillamente y para los amigos, Federico Ariel?

No hay comentarios: