31 de mayo de 2011

Comer



Lo confieso.


Imploro su perdón


pero no pude resistir a la tentación.


El otro día precisaba comida


era temprano y debía ir a la escuela


pero no soportaba que la barriga…me doliera


así que fui a la esquina con mi padre


a tomarme un submarino que siempre arde:


para disolver en la leche la barrita


la primera debe estar (¡cómo decirlo!)… "calentita".


Súmesele a esto un tostado


jamón y queso empanados


cinco minutos para engullir sino no llego


tengo que cortar de lleno, con este apego


a la comida al tiempo y al dinero


a la música al cine… y a ser canchero:


la humildad es una virtud


poco difundida en esta latitud


es por esto que hago un culto no ya a la pobreza


sino más bien a las bondades de la naturaleza.


Al final terminé con mi hambre


no lo arreglé, como se dice, con alambre


sino con un espíritu que, aseguro, no da calambre


vestido (¡créanme!), con una robe de chambre.


Y al no acordarme de cómo llegué hasta este punto


les pido les suplico les ruego


que estemos juntos


como conjunto




último punto.

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